Durante todo este tiempo ha ido cambiando, transformándose;
pero siempre acaba en el mismo punto, siempre se ha centrado en una cosa…
Bailar
Por encima de todo, el baile es lo más importante en mi
vida; también lo son las personas que me rodean y me quieren, sin embargo… para
mí, el baile siempre ha estado ahí, siempre.
Todo empezó cuando mi madre me apuntó a las clases
extraescolares del colegio. Empezó todo teniendo solo 3 años.
Al principio solo era una diversión, un juego, pero todo
cambió cuando empecé a tener problemas en el colegio, cuando empecé a tener una
relación de desconfianza y muy distante con mis padres, cuando a pesar de tener
amigos me sentía muy sola… Entonces el baile se convirtió en mi refugio.
Cuando bailaba podía centrarme solo en eso y olvidar todo lo
demás, y también podía utilizarlo para desahogarme y dejar fluir lo que llevaba
dentro de mí.
Con el tiempo me di cuenta de que no podía vivir sin el
baile.
Hubo muchos momentos de mi vida en que sentía que quería
dejarlo todo atrás, quería rendirme, no soportaba la situación que vivía,
sentía que no valía la pena vivir para sufrir día tras día y para sentirme cómo
una basura… Pero un día algo cambió…
Miré al frente y me dije a mi misma: “quiero cumplir mi
sueño, quiero llegar a ser una gran bailarina, quiero demostrar que a pesar de
todo puedo seguir adelante y luchar por algo que realmente merezca la pena,
algo por lo que seguir viviendo.”
En ese momento, el baile me salvó la vida… durante 19 años
que llevo bailando, siempre que he sentido la necesidad de desahogarme he
bailado; la única forma de sentirme bien conmigo misma, de sentirme útil, era
bailando; la única manera de sentir que merece vivir la vida era bailando.
Entonces empecé a luchar contra todo para conseguir lo que
quería… Luché y sigo luchando contra mis padres, luché contra las personas que
me ponían la zancadilla en el camino, luché cuando tropezaba una y otra vez con
la misma piedra, luché cuando me rompían el corazón, luché cuando me sentía
sola…
Hoy día sigo luchando con todas mis fuerzas por ello, sigo
intentando avanzar.
En un principio yo quería llegar muy lejos, triunfar…
Después me di cuenta que no necesitaba eso, que con conseguir subirme a un
escenario y que la gente pudiera ver lo que era capaz de hacer, que con poder
trabajar y ganarme la vida con ello, era suficiente… Y creo que poco a poco lo
estoy consiguiendo.
Gracias al baile, hoy estoy aquí, mi vida es lo que es, y es
de lo único que me siento realmente orgullosa.
Por qué, no seré la mejor bailando, pero disfruto de ello
cada día, siento la música dentro de mi cuando bailo y; sólo cuando bailo puedo
sacar todas aquellas cosas que guardo en mi interior y nadie sabe. No me hace
falta ser la mejor, solo me hace falta seguir bailando.
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