A veces la vida te pone obstáculos… o tú mismo te los pones…
Esta vez no sé si ha sido más bien mi culpa y cómo culpa mía
debo aceptar la responsabilidad y adaptarme a la situación.
El sábado, como ya dije, me lesioné y ayer tenía que actuar
en el teatro Romea, un teatro muy importante… Era una actuación a la que tenía
que asistir si o si, no podía dejar colgadas a mis compañeras; así que actúe y
todo salió mejor de lo que esperaba a pesar de la lesión, hice lo que pude y
seguí para delante aunque me doliera.
A veces, cuando uno se encuentra en estas situaciones, no
sabes que hacer; no sabes que camino escoger… Yo escogí el camino difícil, el
camino que podía haber sido mi fin sino llevaba cuidado, pero de vez en cuando
hay que asumir riesgos; no solo por uno mismo, sino por las personas que te
rodean y a las que influye tu decisión…
Hoy yo no me arrepiento de haber tomado esa decisión, pude
actuar aun estando lesionada y lo conseguí hacer bien y superar con creces. Así
que siempre está bien correr algún riesgo de vez en cuando, tirarse a la
piscina sin ver si está llena o vacía.