Hace tiempo que no escribo…
Más de una vez he querido hacerlo, pero antes de que cogiera
el bolígrafo me daba cuenta de que no sabía que escribir, que contar a la gente…
Pues últimamente, menos el baile, todo va mal o es inexistente… No hay ni un
rastro de amor o de fuego en mi vida… Estoy de bajón porque me siento sola…
Porque, aunque no debería decir esto, creo que necesito a alguien cerca de mí
en estos momentos…
Pues siento que ya no tengo a nadie a quien contar como me siento,
los acontecimientos que me ocurren cada día, los pensamientos tontos, las ideas
locas, mis paranoias…
No siento que haya nadie lo bastante cerca como para hablar
con él cada día…
Alguien que me abrace y me haga sentir especial, y más
fuerte cuando siento que soy solo una inútil sin remedio, cuando tengo ganas de
darme por vencida, cuando siento que no puedo con todo, cuando no tengo fuerzas
para levantarme de la cama, cuando tengo ganas de gritar, cuando tengo ganas de
salir corriendo…
En esos momentos miro a mi alrededor y me veo sola; mi única
ayuda es escribir, bailar, o yo misma…
Al final quien tiene que superar el bache, quien tiene que
levantarse, quien tiene la última palabra; soy yo. Porque si no lo hago yo
nadie lo hará por mí…
Y eso lo aprendí hace mucho, pues llevo toda la vida
superando obstáculos que me han puesto en el camino sin ayuda de nadie.
Aunque una mano amable no vendría mal de vez en cuando…
El problema es, en quien confiar. A quien poder contarle
todo esto, que te escuche y que realmente quiera ayudarte sin ninguna
condición, sin pedir nada a cambio.
No se puede coger la mano de cualquiera… Pues puede que
luego tengas que pagar un precio demasiado alto, puede que luego te des cuenta
de que no mereció la pena confiar en esa persona y que fue peor el remedio que
la enfermedad…
Quizás, por eso sea mejor que termine por acostumbrarme a
levantarme con mis propias manos, cueste lo que cueste…
Pues como dice el refrán, mejor solo que mal acompañado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario